Por lo general me levanto tarde. En torno a las doce de la mañana. Sé que no es una hora decente para un currito, pero la verdad es que luego me paso toda la tarde y parte de la noche trabajando sin parar. Por lo general me preparo un mugriento té para desayunar con unas tostadas de bimbo, untadas con cualquier mugre o simplemente recurriendo al eterno "sandwich mixto".
Me pego un duchazo, me afeito, acicalo y peino y una hora y media antes de mi entrada al curro me voy con más prisa que otra cosa para mi parada de bus. Allí cojo el 453, dirección Marylebone o el 53 que me deja en Horse Guards Parade. Me vale cualquiera de los dos.
Cuando te montas en el autobús es otro mundo. Suelo sentarme con mi inseparable mochila en el regazo después de pasar mi oyster por el scanner. Aunque todos los dias llevo el mp3 con música y con carnaval...la distraccion fundamental para mí es observar a la gente e imaginar como serán sus vidas: Chinos, negros, japoneses, indios, sudamericanos, algún que otro inglés y algún que otro español. Ese es el elenco fundamental de mi autobús. Una auténtica torre de babel indescriptible e indescifrable. Y más aún cuando se trata de un humilde barrio como el mio. El camino a traves de New Cross, Old Kent Road, Elephant, Lambeth hasta llegar a Westminster está plagado de tiempo perdido que empleo en pensar. En vosotros, en mi mismo y en esta aventura. Depende del dia y del ánimo saca uno unas conclusiones u otras.
Este diario paseo de 45 minutos acaba casi con la visión del Big Ben. Buque insignia de Londres que nos encontramos al paso del puente de Westminster justo a nuestra izquierda. Esta foto está hecha a las tres menos cuarto. Ese dia empezaba a trabajar a las tres y media. Una hora en la que el "londinense de pro" ya se ha tomado su English Classic Tea hace un buen rato. Yo supongo que iría pensando que en algunos hogares españoles todavía no habían puesto ni la mesa.
Mientras la gente, sigue con la mirada perdida en algún punto del autobús o del paisaje. Tristes, serios...por eso siempre que me acuerdo, procuro sonreir, por hacer algo diferente.
En la Royal, las horas pasan voladas. Mesa para acá, boardroom style por aquí, café para 75 por allá, Still and Sparkling para la Franklin room. Cada dia mi trabajo es diferente y eso es algo que un modo u otro acaba por agradecerse. De vez en cuando hacemos un break para fumarnos un cigarro. No más de un break diario por lo general. Fumamos en este sitio. La calle que se ve al fondo nos deja la estampa a su derecha del Palacio de Bakingham, con sus cambios de guardia y todas esas cuestiones de estado. Al final del dia todo es más repetitivo. Repasar los Set up, hacer el polish (sacar brillo a vasos y copas), revisar todo en orden al programa para el dia siguiente, limpiar los Pantrees (cocinitas pequeñitas, tenemos dos), cambiarnos, fichar...y salir por patas en buscar del autobús. El camino de vuelta a casa en el autobús es más diferente. La gente vuelve machacada de trabajar y toma la estupida decisión de dormirse. Decisión ésta que ha costado a más de uno llegar al final de la ruta del bus con la consiguiente pérdida de tiempo. Todavía no me he quedado dormido en el bus ni una sóla vez...y dudo que lo haga.
Me bajo en Marquis of Gramby. Allí procuro apretar el paso para estar en casa cuanto antes. Algunos dias me paro en una especie de hamburguesería y me compro unas patatitas de un pound (los únicos lujos que me puedo permitir para poder pasar la navidad tranquilo). Cuando llego a casa, con suerte, Vane y Pedro están despiertos y nos ponemos a charlar de como ha ido el dia. Es el único rato de vida contemplativa real...de relajarnos...
Porque a la mañana siguiente, como casi siempre, suena el despertador sobre las doce, indicándome que me quedan tres cuartos de hora para coger un autobús repleto de caras inanimadas y procurar sonreir...siempre y cuando me acuerde...
Pero descuidad, estoy contento...En verdad, estoy como loco...
Pero sin el como...
Trabajadores de la Royal fumando en el sitio indicado. De izquierda a derecha: (sentado) Pedrito, Javi de Alicante, Vane de Ronda y un tipo feo y mal vestido que necesita un pelado y un afeitado como el comer...
Al tio no lo conocemos de nada...
Cruzcampo...que palabra tan bonita...
Chito
ajaajjjaaj estupenda la guia turística y vital reflejada en el post......un saludo
ResponderEliminarAllí en Marylebone en un mercado que hacen los sábados estuve vendiendo miel...jejejeje.
ResponderEliminarUn abrazo y cuidate!!!!1
Y si a Cruzcampo le añades la palabra: Croquetita de la Mari...
ResponderEliminarAins!!