
Corbatas fuera, chalecos abiertos y sonrisa profiden. El pasado lunes celebramos el 350 aniversario de la Royal Society. Fue un dia intenso de trabajo. Desde bien tempranito estábamos todos por allí. Por la tarde llegaron unos 20 chavales de la agencia y los 500 invitados deseosos por devorar su cena. Fue mucho curro, tal vez, pero gratificante. Sobre todo este momento de la foto, en Marble Hall, relajados y recibiendo un obsequio por parte de nuestros Managers por el esfuerzo realizado.
Algunos pensareis que no hago más que hablar de la Royal...pero no me queda más remedio, puesto que en estado de consciencia paso más tiempo allí que en mi casa. Por las noches cuando llego prevalece la tradición de la pequeña cenita y el té. A veces nos echamos un sorbito de vino y otras veces nos apañamos con un chorreón de champagne.
La verdad es que los dias están pasando como balas...y casi sin darme cuenta se me echan encima las vacaciones de navidad. Y sinceramente me muero de ganas por recuperar aquello que dejé atras y por disfrutar de la compañía de toda esa gente a la que quiero con el alma.
Por las mañanas, cuando voy en un autobús cargado de gente con caras largas y cascos puestos, pienso como será esa misma tarde en Jimera...Y supongo que Paul estará sentado en la terraza leyendo un libro y que Mari Carmen la del Kiosco echa la tarde atendiendo a unos y otros que pasan por el kiosko, a las cinco puntual, el tren, los niños con las bicicletas apurando el último ratito antes de irse a casa para descansar, los más mayores dando un paseo por el andén...Y el sol con más ganas de irse que de quedarse...Y sobre todo...el silencio. ¿Dónde está el silencio en Londres? Aquí, simplemente, no existe. Ruido a todas horas...Ventajas y desventajas de una gran ciudad.
Mañana cuando caliente el café o el té para desayunar, volveré a soñar casi de puntillas que en vez de bimbo, caliento en el tostador un mollete de Benaojan con Zurrapita de Lomo...
Y así, van pasando los dias...como balas... rápidos y sin aliento.
Aunque Londres, me sigue regalando pequeños momentos preciosos de magia...Por eso a veces, me voy con tiempo a echarle de comer a las ardillas.
Mañana tengo de 14.00 a Finish. No se porque, pero intuyo que será un dia intenso...
En la foto de arriba a abajo y de izquierda a derecha: Oscar, Maresk, Vanessa, Peter, Amar, Eva, Alberto, Pedrito, Keith, y Raquel. Chito, Fabio, Karoline y Emerik.
Quedan 12 dias para ver Málaga desde el aire...
Chito
bueno pero si TRABAJAS EN UN SITIO EMBLEMATICO E HISTÓRICO!!! se ve que disfrutas a cada instante...hasta le das de comer a las ardillas..yo siempre digo que mucha gente debería tomar distancia de este paraiso, que para mi es la Serrania, para valorarla y quererla aún más, a ti no te hacía falta irte para saber lo que dejabas y eso te hace más grande todavia.....animo que ya te queda menos
ResponderEliminarTú piensa que sólo te has ido allí para vivir historias que luego amenizarán nuestras borracheras... sólo para eso!! jajajajaja
ResponderEliminarUn abrazo desde las casitas amarillas (y ahora bastante frías, joder)